¿Por qué Estados Unidos mantiene la ayuda militar a Egipto? Los intereses en Oriente Medio y la economía local explican en parte la posición

Fabricación de un tanque Abrams
Un hilo invisible conecta Lima -no la capital de Perú, sino una ciudad de casi 40.000 habitantes en estado de Ohio- con El Cairo, la capital de Egipto.

En Lima se encuentra una de las principales fábricas de tanques Abrams que las fuerzas armadas egipcias compran con el dinero de la ayuda militar de centenares de millones de dólares que cada año les entrega Estados Unidos.

Miles de trabajadores y accionistas de empresas como Lockheed Martin o General Dynamics, fabricante del Abrams, son uno de los pilares de la sólida alianza militar entre Washington y El Cairo desde los acuerdos de Camp David entre Egipto e Israel, en 1978.

Los fondos desembarcan en el sector inmobiliario con más de 700 millones. Una veintena de inversores buscan edificios al considerar que los precios están tocando suelo

Fondos soberanos, fondos de pensiones internacionales o fondos abiertos alemanes (como Deka o Union...) llevan más de tres años dando vueltas por España a la búsqueda de oportunidades en el sector inmobiliario. Otros inversores como family offices procedentes de Latinoamérica y, por supuesto, fondos oportunistas americanos y fondos buitres o distressed (como Autonomy Capital, Cerberus, Lone Star, Strawood o Blackstone, entre otros) buscan cazar inmuebles a precio de chollo en el mercado español.

Tras mucho tiempo analizando el sector y esperando bajadas significativas en precios, por fin se han concretado las primeras operaciones.

Inversores con ese perfil se han hecho, en el último mes, con paquetes de inmuebles de cierto volumen. La cartera Bull (casi 1.000 viviendas) del banco malo se la adjudicó el fondo de capital riesgo HIG Capital por 100 millones. La Sareb también traspasó a la firma Burlington Loan Management Limited la cartera de préstamos del grupo Colonial por 245 millones. A esas operaciones hay que sumar otras dos en la Comunidad de Madrid. Por un lado, el gobierno regional de Ignacio González vendió 3.000 pisos al consorcio formado por el fondo Whitehall (controlado por Goldman Sachs) y la promotora Azora por 201 millones; mientras que, por otro lado, el Ayuntamiento de la capital enajenó 1.860 viviendas en alquiler, repartidas en 18 promociones, al fondo Magic Real Estate Blackstone por 128,5 millones. También Catalunya Caixa ha vendido, en pleno verano, su gestión inmobiliaria por unos 40 millones a un consorcio formado por las firmas estadounidenses Kennedy Wilson y Värde Partners. En total, inversiones por valor de 714,5 millones desembolsadas en poco tiempo.

China juega al golf. Este deporte crece de forma paralela al desarrollo económico del país

El último prodigio.- Guan Tianlang es el último prodigio del golf chino y se le considera todo un héroe deportivo. Nacido en 1998 en Cantón, se convirtió, a sus 14 años, en el jugador más joven del Masters de Augusta celebrado en EE.UU. este año y se le compara con el jugador estadounidense Tiger Woods, quien le augura una brillante carrera
Hay algunos deportes que permiten percibir la marcha económica de un país mejor que otros. Este es el caso del golf en China. Al igual que las grandes empresas del gigante asiático se encaraman a lo más alto de las listas mundiales como las firmas más poderosas del planeta, cada vez son más los empresarios y altos ejecutivos chinos que se sienten atraídos por el golf. Una señal de que cada vez son más los que disponen de rentas altas y se sienten tentados por este deporte, sinónimo de poder económico.

La popularidad del golf en el gigante asiático se ha disparado especialmente en la última década, en paralelo al surgimiento de una nueva clase alta en el país. Se ha convertido en uno de los distintivos preferidos de los nuevos millonarios chinos. Un emblema de poder, como lo pueden ser conducir un Ferrari o un Maserati, o salir a navegar con su propio yate.

Una evolución que impulsa a los analistas a señalar que el golf se está convirtiendo en una industria próspera en el gigante asiático, "aunque forme parte de un proyecto inmobiliario, ya que se ofrece como un valor añadido de distinción a aquellos potenciales clientes que buscan una vivienda de alto standing", señala Niu Xiaoyung, gerente del Pekín Chaoyang Golf Club.

Que se reinventen ellos (Àngel Castiñeira y Josep M. Lozano)

Profesores de Esade (Universitat Ramon Llull)

Como no podemos cambiar la realidad, cambiemos el lenguaje. Esta parece ser la consigna. Nos incomoda, a veces nos irrita y en algún caso nos indigna la multiplicación de apelaciones a la necesidad del espíritu emprendedor que han tomado carta de naturaleza entre nosotros. Debemos reinventarnos, nos aconsejan a menudo. Tal persona u organización se han reinventado con éxito, se dice mientras se nos exhorta a admirar tal capacidad. La reinvención y la emprendeduría han sustituido a la ejemplaridad. Por si acaso, cuando nos encontramos ante cualquier predicador de dicha buena nueva, lo primero que hacemos es mirarle a la cara e indagar sobre su trayectoria. Suele ser muy saludable. Con perdón de Unamuno: a menudo la única conclusión lógica es que a quien le convendría reinventarse es al predicador.

Y conste que esta ola emprendedora y reinventadora tiene su razón de ser. Sin capacidad de iniciativa, esfuerzo y creatividad lo tenemos crudo. Con la que está cayendo no deja de ser recomendable empezar cualquier diatriba crítica mirándose al espejo. Hacerse adulto pasa por asumir que la responsabilidad exige que la primera reacción no puede ser buscar a quien tiene que solucionarme la vida. Pero esto no se resuelve con el implícito de que la partida se juega sólo en la genialidad individual. Incluso para emprender y reinventarse se necesitan formación, estímulos, entornos institucionales y una cultura que dé sentido y valoración a estas actitudes. Pero no. Siempre se habla de "el" emprendedor (o "los" emprendedores, pero sólo de manera agregada o descontextualizada). Y siempre se escamotea la cuestión de si al final puede haber emprendedores si solo decimos que queremos tener más emprendedores, y es de lo único de lo que hablamos. Forman parte de la solución, pero lo que parece equivocado es que la solución solo sea esta.

Cuando al iniciar este comentario hemos hablado de irritación e indignación es porque nos parece que ciertos elogios del emprendedor y de la reinvención no son en absoluto inocentes. Y menos aún en boca de según quien. Responden a una tendencia ideológica que pretende convertir los problemas sociales en problemas personales, o en déficits de capacidades. Tenemos la sensación de que se está imponiendo lentamente una nueva definición de parado: dícese de alguien que no tiene espíritu emprendedor. Aunque sea políticamente incorrecto, creemos que el mito de que sólo saldremos adelante con innovadores emprendedores y creativos olvida que para que un país funcione también se necesita gente normal. Que no es lo mismo que mediocre. Pero los apologetas de los emprendedores deberían modular sus deseos, al menos a partir de la constatación empírica de que no hay garajes para todos. El mito del innovador que (se) reinventa a veces no es más que el último avatar del mito romántico del genio, pasado por el tamiz de la tecnología y las escuelas de negocios.